POV
ÁLVARO.
-Voy
a la ducha. -Dijo mientras bajaba del escritorio-
-¿Quieres
que vaya contigo? -Levanté una ceja-
-Acabamos
de hacerlo, ¿y ya quieres volver? ¿A caso no te agotas?
-Cuando
se trata de ti, no.
-Eres
un pervertido -Besó mis labios-
Se
fue hacia el baño, contoneando sus caderas. Mierda, me volvía loco.
Cuando ella cerró la puerta del baño solté un leve suspiro. Volví
a su cama y me senté en su lugar. Las sábanas olían a ella. Tan
malditamente bien que no podría dejar de olerla nunca.
Mi
móvil vibró encima de la mesita de noche. Raquel me estaba
llamando.
-¿Hola?
-Hola
amor -Contestó ella, feliz-
-Cariño,
¿como estás?
-Bien
ahora que te llamo -Soltó una pequeña carcajada- ¿A que hora
vuelves, bebé?
-Por
la tarde, salgo de aquí a eso de las cuatro de la tarde.
-¿Y
como está tu hermana?
-Ya
sabes como está -Suspiré- De momento responde al tratamiento, pero
nada es seguro.
-Oh,
verás que todo saldrá bien. -Hubo silencio- Te echo de menos.
-Yo
también.
-Necesito
tenerte aquí a mi lado.
-Pronto
estaré allí, te lo aseguro.
-Te
estaré esperando.
-Tengo
que dejarte -Suspiré-
-Esta
bien, te quiero.
-Si,
yo igual.
Ella
colgó. Me quedé mirando el móvil como un idiota. No era capaz ni
de decirle cuanto la quería. Porque, la quería, ¿no?. Si, claro
que si, ella era Raquel, por favor. ¡Claro que la quiero! B tardaba
lo suyo en ducharse. Trasteé el móvil hasta que enredé mis piernas
en la sábana y opté por hacer una foto para instagram.
“Un
despertar como estos, nunca viene mal ;)”
La
puerta del baño se abrió y en ella apareció una B enrollada en una
toalla con el pelo mojado. Dejé mi móvil encima de la mesita y ella
se acercó a mi.
-Esperaba
que te duchases conmigo.
-Me
habías dicho que no -Hice un puchero-
-Pensé
que quizás, no me obedecerías.
-Tal
vez pensaba que podría molestarte -La tomé de la cintura y la
obligué a sentarse encima mío-
-¿Molestarme?
¿Porqué? -Levantó una ceja-
-No
se -Alcé los hombros-
-Eres
un tonto. -Besó la comisura de mis labios-
-Puede
ser.
-¿Y
que hacías mientras me duchaba?
-Ya
sabes... alguna que otra cosa -Alcé los hombros-
-¿Seguro?
-Quizás,
pensaba en lo bien que lo hubiéramos pasado en la ducha. -Junté
nuestras frentes-
-Quizás,
no te hubiera dejado hacer nada. -Guiñó el ojo-
-Quizás,
solo querría enjabonarte y recorrer tu cuerpo -Seguí con el juego-
-Quizás
no te hubiera dejado.
-Quizás
deberíamos de dejar de utilizar tanto quizás.
-¿Nervioso?
-Susurró en mis labios-
-Un
poco.
La
besé. Ella lo correspondió enredando sus dedos en mi pelo y tiró
de él levemente, haciendo que soltara un gruñido.
-No
hagas eso.
-¿Porque
no?
-Por
tu bien.
-¿Por
mi bien? -Susurró en mi oído-
-Si
no quieres que te folle aquí, y ahora, deja de hacer eso.
-Ella volvió a tirar de mi pelo-
-Quizás
es lo que quiera en estos momentos.
Y
con eso, acabé de perder el poco control que tenía. Mientras la
besaba, la dejé con un poco de brusquedad encima de la cama. Ella
tan solo soltó una carcajada y volvió a enredar sus dedos en mi
pelo. Maldita y sexy niñita. Dirigí mis besos hasta su cuello, y
allí me entretuve a morderlo y besarlo hasta dejar una pequeña
marca en él. Ella mientras tanto, recorría mi espalda con sus
pequeños y largos dedos, hasta llegar a la cinturilla de mis
calzoncillos y bajarlos lentamente. Mis manos se dirigieron al nudo
de su toalla y lo deshicieron, estas se posaron en sus pechos,
masajeandolos lentamente. Por parte de ella recibí un gruñido y
alzó sus caderas, chocando con las mías.
Bajé
por su clavícula y empecé a repartir besos por el centro de sus
pechos y, irremediablemente, me detuve en uno de ellos. Chupé y
mordí con cuidado uno de ellos, mientras que una de mis manos bajaba
hasta su sexo y lo rozaba. Ella apretó mis nalgas, haciendo que
nuestros cuerpos estuvieran más cerca. Dejé de jugar con su pezón
y bajé hasta donde mi mano se movía anteriormente. Soplé un poco y
ella se estremeció. Dejé un beso sobre su sexo, antes de introducir
uno de mis dedos dentro de ella. Soltó un gemido y se agarró a las
sábanas. Lamí su clítoris a la vez que ella levantaba la cadera en
busca de más. Después de quizás, pasar mi lengua varias veces,
introducí otro dedo dentro de ella y aumenté la velocidad. Ella no
dejaba de gemir y retorcerse. Masajeé su clítoris a la vez que
compaginaba mis dedos con los movimientos.
Noté
como se tensaba y automáticamente paré. Ella me miró como
queríendome matar y yo simplemente le sonreí.
-Tranquila
cariño, no te dejaré sin tu orgasmo.
La
penetré sin pensármelo dos veces. Quizás fue a la tercera
penetración que noté como se tensaba y levantaba su cadera cuando,
a la otra envestida gritó mi nombre y se dejó llevar. Su cuerpo se
contrajo. Seguí embistiendo, tenía que acabar, lo necesitaba.
Las
últimas embestidas fueron rápidas y fuertes, logrando que los dos
acabásemos.
-Dios
mío -Suspiró-
-No
me cansaré de tenerte nunca para mi solo, pequeña.
Ella
tan solo sonrió y se abrazó a mi.
-¿Cuando
te tienes que ir?
-Dentro
de muy poco -Suspiré contra su pelo- Tengo que ir a casa, quiero
despedirme de Mar y tengo que coger mi maleta.
-Tardaremos
en vernos. -Hizo una mueca-
-Si,
pero la espera valdrá la pena -Besé su cabeza-
-¿Lo
juras?
-Lo
juro, pequeña.
*
Llegué
a mi casa, muerto. Estar con B, era una de las mejores cosas que me
podía haber pasado.
-Por
fin te dignas a llegar. -Me sonrió Mar- Pensé que te quedarías
follando como conejo con ella.
-Mar.
-La miré-
-¿Que?
-Subió los hombros- No hay que ser adivina para saber lo que ha
pasado, y menos teniendo ese chupetón ahí. -Abrí los ojos-
-¿Que
dices? -Corrí hacia un espejo y lo miré. Efectivamente había un
chupetón, pequeño, pero ahí estaba- Si lo ve Raquel me va a
matar.
-Poco
te importa Raquel para haber salido con B todo el día de ayer.
-¿Celosa?
-Sonreí-
-¿Tu
crees?
-Oh,
vamos. Te conozco como si fueras mi hermana. -Ambos reímos-
-Te
echaré de menos, pequeño barbudo.
-¿Pequeño?
-Arrugué las cejas-
-Ajá,
pequeño. ¿Es que a caso no te has visto?
-Perdona,
pero soy bastante mayorcito -Le guiñé el ojo-
-Duh,
-hizo una mueca de asco-
-Te
quiero, fea. -La abracé-
-Y
yo, y yo. -Me apretó contra ella- Anda, mejor ve a descansar que
seguro que estarás petado.
-No
te diré que no, pero quiero pasar el poco tiempo que me queda aquí
contigo.
-Podemos
hacer lo que hacíamos de pequeños -Sonrió-
-Me
parece bien.
Subimos
a su habitación, Mar se tumbó en su cama mientras yo buscaba una
película buena. Como siempre, acabábamos viendo 'Solo en casa'. Me
tumbé a su lado y la abracé.
La
tarde se pasó volando, y con ello, la hora de irme. Me despedí de
la madre de Mar y me despedí de mi padre. Como siempre, las
despedidas con Mar, no eran alegrías, ni mucho menos.
-Cuidate
por favor. -Me suplicó-
-Claro,
lo haré.
-Te
quiero, nunca lo olvides -Me abrazó-
-Volveré
lo más rápido que pueda, princesa. -Besé su coronilla-
-Quizás,
cuando vuelvas yo ya no esté aquí.
-No
digas eso -Me puse serio- Mañana empiezas con el nuevo tratamiento y
quizás tengan el trasplante de médula disponible en menos de lo que
canta un gallo. Juro que vendré lo antes que pueda.
-¿Lo
prometes? -Me miró con los ojos empañados de lágrimas-
-Lo
prometo princesa. Sabes que siempre cumplo con mis promesas.
-Esta
bien... será mejor que cogas el ave, si no quieres quedarte tirado
aquí en Barcelona.
-Pues,
no haría mal en dejarme aquí -Guiñé un ojo-
-Si
lo dijeras por mi, me sentiría alagada y todo. -Gruñó. No pude
evitar soltar una carcajada-
-Te
amo, princesa.
Deposité
un beso en su mejilla, volví a despedirme de mis padres y subí al
ave.
Tres
horas y media después, ya me encontraba en Atocha. Solté un
suspiro. Tan solo hacía más de seis horas que no estaba con ella y
deseaba tenerla cerca, sentirla. Mi móvil empezó a sonar, sacándome
de mis pensamientos.
-¿Hola?
-Amor,
soy yo.
-Ah,
hola Raquel.
-¿Has
llegado ya? -Su humor, no era bueno-
-Em,
si, acabo de bajar del ave. ¿Por?
-¿Puedes
venir a casa?
-Raquel,
estoy muy cansado.
-¿De
que? Si no has echo nada.
-Tener
un viaje de más de tres horas. No voy a ir hacia allí.
-¿Porqué?
-Quiso saber-
-Porque
no me da la gana. Ven tu si quieres.
Y
sin más, le colgué. ¿Que iba a hacer con mi vida?
Me
arrepentí de haberle contestado así. Salí de la estación y tomé
un taxi para que me llevara a casa.
Una
vez allí, dejé la maleta en la puerta y me estiré en el sofá,
poniendo mi brazo encima de mis ojos. ¡Necesitaba descansar! Mi
móvil volvió a sonar. Me levanté con pesadez y lo fui a buscar. Lo
dejé en la entrada junto con las llaves y la maleta. Era un mensaje
en twitter.
“Hace
tan solo siete horas que te has ido y te extraño. ¿Como es eso
posible?”
Consiguió
sacarme una sonrisa. Volví hacia mi sofá, me tumbé y no dudé en
contestarle.
“Yo
también te echo de menos. ¿Como ha estado tu tarde?”
“Puf,
¿que te puedo decir? Alex a venido a casa y no es que hayamos
estado muy felices.” -Contestó
de inmediato-
“¿Que
ha pasado?”
“Nada
importante... se ve que se ha enterado que salí anoche. ¿Como? No
lo sé. Me preocupa que le hayan dicho de más”
“No
creo que se lo hayan contado. Relajate.”
“¿Puedes
hablar por llamada? Realmente necesito escuchar tu voz y no hablar
por aquí”
“Claro.
Dame tu número y te llamo”
Recibí
otro mensaje con su número. La guardé en la agenda y la llamé.
-¿Si?
-Hola,
soy yo.
-¿Eres
tu? -Se burló- ¿Y quien es yo?
-No
seas tonta anda. -Soltó una carcajada-
-¿Como
estás?
-Cansado.
Acabo de llegar hace un rato a Madrid y he tenido una pequeña e
insignificante pelea con Raquel, pero no pasa nada. ¿Y tu? Cuéntame.
-Pues
eso, Alex vino a casa, como todos los domingos y le notaba un poco
distante. Le pregunté que le pasaba pero él no me contestó o me
cambiaba de conversación, así que lo dejé ir. Después él explotó
diciéndome que claro, él me había dicho para salir pero que yo le
rechacé porque ya salía esa noche con alguien más y pffff, la que
me ha montado. Después me ha dicho que ayer me vieron con un chico
en el pub donde solemos ir a bailar y claro... le tuve que decir que
salí con mi querídisimo hermanito.
-Vamos,
que te ha pillado.
-Casi.
Por suerte pude convencerle de que si que era mi hermano y que si no
me creía que se lo preguntase a mi hermano. -Suspiró-
-Mientras
te haya creído ya está. Pero para la próxima tenemos que ir con
cuidado.
-Ah,
que quieres una próxima? -Dijo con una voz demasiado... sexy-
-¿A
caso no te lo he dejado claro? Que lástima que te tenga a demasiados
kilómetros de mi.
-Relajate.
¿Quieres? Creo que ya te he dado demasiados polvos para una
temporada -Rió-
-Bueno,
eso se puede negociar. ¿No crees?
-Puede...
¿Cuando volverás?
-Pues,
creo que para el concierto.
-Queda
un mes para eso. -Pude imaginarme que hacía puchero-
-Un
mes pasa rápido.
-¿Me
seguirás hablando?
-Cada
vez que pueda. -Sonreí-
-Así
me gusta -Soltó otra risita- ¿Que estás haciendo?
-Estoy
tirado en el sofá. ¿Y tu?
-Tirada
en mi cama. -Escuché somo suspiró- Huele a ti y a alcohol. -Volvió
a reír-
-Por
lo menos, tienes un recuerdo mío.
-Si,
bueno. Tendré que tirar la basura y cambiar la cama y esas cosas.
-Me
encanta el sonido de tu risa. -Carcajeó-
-¿Enserio?
Si es feísima. Parezco una foca en parto. -Esta vez, no pude evitar
soltar la carcajada-
-Eres
tonta, enserio.
El
timbre de mi casa sonó.
-Ais,
¿quien será? -Pregunté más a mi mismo que a ella-
-Pues
no lo sé, no soy adivina... no de momento.
-¿Porque
eres tan tonta?
-Porque
me has drogado.
-¿segura?
-Sip.
-Acuéstate.
-Ya
lo estoy.
Me
dirigí hacia la puerta con pesadez. La abrí sin mirar la mirilla.
Raquel estaba allí plantada. Demasiado seria.
-Em,
tengo que colgar. Después te llamo.
Siento mucho haber tardado tanto en subir, pero aquí está el capítulo!! :)
@MiriamGarrido_
Amo la novela, amo a la escritoras, amo a Alvaro, amo a B. AMO TODO!! Me encanta la novela, es una de las mejores y espero que todavía quede mucha por que si no me matas. Estoy todos los días viendo si subes y por fin hoy lo has echo. Me has alegrado el día. Gracias. Bueno no me enrollo más. Un besazo preciosa
ResponderEliminarPd: La loca de Carmen seguirá escribiéndote comentarios mientras que pueda, así que tienes lectora para rato :)
Ay me ha encantado el capitulo en serio! Vaya dos están hechos... y a ver ahora qué habla Alv con Raquel.
ResponderEliminarEn serio, capitulo genial, y por ello, no importa la espera.
Me encanta tu novela esta y la otra sube pronto por fii
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