Capitulo 3

-Ivo, Ivo -Dije mientras entraba en su habitación como si nada-

-Joder B -Dijo mientras se tapaba con la toalla- ¿Es que no sabes que se llama antes de entrar? -Dijo molesto-

-Oh, venga Ivo, ni que fuera la primera vez que te viera desnudo -Dije mientras me sentaba en su cama-

-¿Que quieres? -Dijo mientras se ponía sus bóxers-

-Que me lleves a la escuela -Sonreí-

-¿Porque yo?

-Porque eres el mejor hermano del mundo -Sonreí ampliamente-

-Eres una pelota. ¿No se lo puedes decir a tu novio? -Me miró-

-Sergio hoy no va al instituto -Suspiré- Venga, por favor. Tengo algo a cambio -Volví a sonreír-

-¿El que? -Le tiré una bolsa- ¿Que es esto?

-¿Te acuerdas, que te robé una de tus sudaderas nuevas que no estrenaste para dársela a Álvaro? -Reí y Ivo me miró mal- Pues, te he compensado.

Ivo abrió la bolsa y descubrió una sudadera Hollister de color azul marino, con las letras blancas y grandes en el pecho. Me miró y se tiró encima mío.

-Me gusta que de vez en cuando tengas un detalle conmigo. -Besó mi mejilla-

-Lo sé, ahora vístete o ambos llegaremos tarde a clases -Sonreí y me fui de la habitación-

Preparé mi mochila y la dejé en la puerta, entré en la cocina y desayuné con calma.

Ivo decidió, como buen hermano que es, llevarme a la escuela. Una vez que me dejó allí, besé su mejilla y salí corriendo en busca de mis amigas. La mañana se me pasó volando.

-Chicas, que les parece si esta noche salimos? -Preguntó Julieta.

-A mi me parece bien -Dije- ¿Donde quieren ir?

-¿Que les parece si vamos a Memphis? -Dijo Serena- Ahí hay un montón de tíos buenos -Rió-

-Ohh, si, hay que triunfar esta noche -Volvió a decir Julieta-

-Ustedes solo piensan en sexo -Suspiré-

-Querida, cuando lo pruebes, no dirás lo mismo -Dijo Serena y guiñó el ojo-

-¿Piensan llevar lo de siempre? -Preguntó Marcos-

-Está claro... esta noche va a ser un desfase total. -Dijo Serena-

-Ogg, conmigo no cuenten para esas mierdas -Les miré- Paso.

-Vamos B, solo un poco... No notarás nada -Dijo Julieta-

-Juli tiene razón -Dijo Marcos- Necesitas un buen polvo... -Se mordió el labio- Yo encantado te lo daba.

-Marcos, cierra el pico. -Dijo una voz detrás de mi- Deja a mi novia en paz.

-Mira a quien tenemos aquí. ¿porque has faltado? -Preguntó Julieta con interés-

-Tenía ensayo con los chicos -suspiró-  ¿De que hablaban?

-De salir esta noche -Dijo Serena- ¿Te apuntas?

-¿Tu vas? -Dijo Alex refiriéndose a mi-

-Si, claro -Sonreí-

-Entonces si. -Me abrazó por la cintura- ¿Nos vamos? -Me susurró-

-Claro -Sonreí- Adiós chicos.

-Adiós, hablamos por Whatsapp -Dijo Serena-

Alex me llevó hasta casa. Me despedí de él y entré. No había nadie. ¡Que raro! Que se note la ironía. Subí a mi cuarto y empecé a estudiar ya que, solo faltaban dos semanas para la selectividad y necesitaba sacar buena nota. Pasaron las horas volando. Mi móvil sonó y extrañada lo cogí. Desbloqueé el móvil y tenía un mensaje privado en twitter. Entré y vi que era de Carlos.

“Dime que esta noche vas a salir” -Me envió-

“Hola, que tal? Como estás? Bien y tu? Bien. Llegaste bien a tu casa? El gorro me encantó. Oh, si, esta noche salgo ;)” -Quizá sonó un poco borde-

“Que tal? Llegaste bien? Estás viva?” -Solté una carcajada-

“No, lo siento, estás hablando con el espíritu de B. Ella murió en un trágico accidente, estudió demasiado y sus neuronas explotaron” -Reía sola. ¿A caso estaba loca?-

“Jajajaja eres tontita eh! ¿Vas a salir esta noche?” -Volvió a preguntar-

“Te he dicho que si jajaja ¿Y tu?”

“Supongo que si, pero no sabemos donde ir. ¿Que nos recomiendas?” -Me quedé pensando-

“Si estás alojado en Barcelona, hay un montón de sitios... no se. Jajajaja”

“¿A caso tu no eres de Barcelona” -Un detalle que se me pasó por alto-

“Oh, no. Jajajaja”

“Entonces.. ¿Que hacías allí ayer?”

“¿No te han dicho alguna vez que eres un preguntón?”

“Simplemente tengo curiosidad” -Contestó él-

“Iba hacia el instituto, y me quedé dormida en el tren. Aparecí en Barcelona”

“Casualidades de la vida jajajaja”

“Ni que lo digas”

Las chicas empezaron a hablar por el grupo. Cambiaron de opinión y decidieron salir de fiesta por Barcelona. Yo solo les decía que si. Total, no me importaba. Quedaron a las once para irnos, así que me quedaban... ¡Mierda! ¿Ya eran las cinco? Ni siquiera había comido. Suspiro. Dejo el móvil cargando, me meto en el baño, lleno la bañera hasta arriba y le tiro un poco de jabón para que haga espuma. Enciendo el aparato de música y como no, Auryn en ella. Voy corriendo a buscar mi móvil con el cargador, lo enchufo en el enchufe que está cerca de la bañera. Me meto en ella con cuidado y me quedo un largo rato ahí, relajándome. Tomé una foto, donde salían mis piernas llenas de espuma y la subí a mi twitter.

“Relajación antes del descontrol"

Sabía perfectamente como acababan las noches, cuando Serena y Julieta decidían traer sus municiones. Cuando tenía ya, la piel de los dedos arrugados como pasas, decidí salir de la bañera.

-“Cada sentimiento y cada latido, todos mis besos, mis caricias, mis suspiros... Cada madrugada cuando sueño que eres mía, cada mañana bajo el sol sobre el rocío” -Canturreé-

Fui a mi habitación, me sequé el pelo y me puse el pijama. Eran ya las siete de la tarde, así que todavía tenía tiempo de sobras. Me senté en mi cama y estuve trastenado con el ordenador hasta que me llamaron para bajar a cenar. Subí a mi habitación después de haberles dicho a mis padres que salía con las chicas de fiesta. Abrí mi armario y me quedé pensando en que me pondría. Después de estar meditándolo, opté por un vestido negro, ajustado, y con algo de escote. Llevaba media espalda descubierta. Me puse la ropa interior negra y me puse el vestido. Me senté en el tocador y comencé a maquillarme, puse muy poca base, me delineé los ojos, puse la máscara para las pestañas y la sombra de ojos de color dorada. Me metí en el baño y comencé a planchar mi pelo, aunque ya lo tenía liso. Me hice algún que otro rizo y ya estaba lista. Preparé mi bolso, metí las llaves de casa, el mini monedero. Me pinté los labios y metí el labial en el bolso. Calcé mis tacones, me perfumé y ya estaba lista. El timbre sonó y Julieta y Serena estaban abajo esperándome. El viaje se nos hizo corto, entramos en la discoteca y como siempre, fuimos a dejar los bolsos, en el guardarropas. Cogí mi móvil y metí el dinero y el ticket dentro de la funda. Sabía que no iba a necesitar el dinero, pero por si a caso, lo cogí. Nos dirigimos a la barra para intercambiar la consumición. “Danos tres cubatas de lo más fuerte que tengas” Dijo Serena mientras le guiñaba el ojo al camarero. Este al poco rato, nos entregó las bebidas y nos fuimos a la pista. Estuvimos bailando como si se acabara el mundo, y cogiendo cubatas cada cinco minutos. Estábamos en la barra, cuando me di cuenta que había un rubio que me sonaba conocido, pero no le di importancia porque todo daba vueltas.

-¿Porque miras tanto a ese rubio? -Pregunto Serena-

-Es que, me parece conocido, pero bue...

-Esta bueno -Dijo Julieta- ¡Tengo una idea! -Me miró-

-Miedo me das.

-Liate con él -La miré-

-¿Que? Chicas... Sergio... -Suspiré-

-No hay huevos -Dijo Julieta y la miré-

-¿Que no? ¿Que apostamos?

-Te tintas las puntas de morado si lo haces. -La miré-

-¿De morado? ¿No sería al revés?

-No, porque si lo haces, yo me tiño las puntas de... ¡Rosa! -Me miró- Sabes que odio el rosa. Y si no lo haces, te rapas. -Me miró seria- ¿Tienes huevos o no?

-Está bien -Reí- Vete preparándote para teñirte, rubia -Le guiñé el ojo-

Agarré mi cubata y me encaminé hacia el rubio. Me quedé unos segundos mirándolo, suspiré y llegué hasta él.

-Hola -Dije y el chico se giró-

-¿B? -Preguntó y le miré detenidamente. Mierda.-

-Hola Carlitos -Solté una risita-

-¿Que haces aquí? -Preguntó-

-¿A caso no es obvio? -Sonreí y me apoyé en él-

-¿Blanca? ¿Estás bien? -Le miré-

-No me llames Blanca -Dije mientras arrugué mis cejas- Odio mi nombre.

-Pero si es bonito -Sonrió-

-¿Quieres dejar de hacerme la pelota? -Le miré- ¿Te apetece bailar? -Sonreí-

-Uhhhh, has ido a parar con un chico que no sabe bailar -Hizo una mueca-

-Oh, vamos Carlos -Sonreí y le cogí la mano- Vamos... No te arrepentirás

Lo llevé al centro de la pista y miré a mi alrededor. Julieta y Serena me habían seguido. Empezamos a bailar, Carlos me agarró por la cintura y yo me pegué más a su cuerpo. Desvié mi mirada hacia las chicas y estas me miraban y se reían. Pasé un brazo por detrás de su cuello, apoyando la palma de mi mano en su nuca y lo acerqué a mi. Le besé.


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